El EFECTO PIGMALIÓN EN LOS NIÑOS
¿Sabías que si como padre alientas a tus hijos a ser exitosos y dar buenos resultados es muy probable que suceda?
El enorme poder de las expectativas conocido como el Efecto Pigmalión, fue acuñado por el Psicólogo social, Robert Rosenthal y es conocida como “la influencia que una persona puede ejercer sobre otra, basada en la imagen que se tenga de esta”.
Con el pasar de los años, los estudios del psicólogo, fueron descubriendo que “dicha práctica no influía en los niveles de desarrollo cognitivo de los niños sino en el trato y expectativas que tanto profesores y familiares tuvieran sobre ellos”.


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Pero ¿Cómo ejercemos hoy día los padres el efecto Pigmalión en los hijos? En esta historia te daré ciertas recomendaciones que he puesto en práctica y que como padres podemos implementar con nuestros hijos para sacar el mejor potencial y obtener de ellos los mejores resultados.
- Reconoce sus habilidades, pero también sus limitaciones, y respeta el tiempo de aprendizaje que necesite. Algunos niños pueden hablar más rápido, tener mayor estabilidad para caminar, pero nunca se debe desmeritar si el tiempo de aprendizaje es más lento que otros, lo importante es alentarlo y demostrarle que estás apoyándolo en una etapa que requiere de mayor esfuerzo para tu pequeño. Mi hija tardó en más tiempo en desarrollar ciertas destrezas psicomotrices y como madre he respetado su tiempo sin presionarla ni exigiendo más de lo que sus capacidades puedan dar.
- Si tienes más hijos trata a todos por igual. Como futura madre que seré he investigado acerca de este tema y es importante que nunca digas que un hijo es más inteligente que el otro o que tiene más destrezas porque lo llevará a limitar sus posibilidades. Bríndale los mismos beneficios y apóyalo si requiere más esfuerzo, pero nunca lo menosprecies.
- Potencia siempre sus habilidades y reconoce sus resultados dentro del colectivo. Por ejemplo, cuando mi hija de dos años comenzó a interesarse por los números y colores hasta memorizarlos, lo compartía en familia delante de ella, diciendo de su habilidad para memorizar y aprender rápidamente lo que ha permitido que ella tenga un mejor desarrollo cognitivo.
- Fomenta y potencia la comunicación con el niño, si tienes un hijo grande no hables de notas cuando sabes que no le va muy bien, mejor habla de sus cualidades y reconoce sus habilidades para que se sienta valorado. Con tu hijo pequeño puedes potenciar la comunicación cuando te pregunten qué es eso o te señalen algo que no conocen.
- No hagas caso de las recomendaciones o críticas de las personas que te rodean. Si tú confías en tu método, sigue adelante con él, todo sea por el bien del niño y su educación.
Y no olvides tu hijo es diferente y con capacidades especiales que lo hacen ser único, por lo que requiere de tu motivación para ser exitoso en la vida.
Escrito por: Maria del Pilar Betancur Cardona.